Los dedos cubiertos de chocolate derretido, el calor es aplastante tras las lunas del coche.
Conduciendo, comiendo chocolate y pensando en escribir sobre besos.
Miles de besos me habrán dado en la vida y con ganas de otros miles me habré quedado,
el caso es que aqui y ahora, sentada en mi sofá, con el chocolate (pero ahora con pan) y pensando en
los besos...
Aquella noche fueron ellos, me rodeaban por todas partes, me tocaban, me arañaban. Sus besos
húmedos en la oscuridad me hicieron renacer de camino a casa.
Me besaban sin parar, me hicieron formar parte de la Tierra amándola aun mas si cabe y por caber,
también cupieron los sueños guardados en mi caja de secretos, los dejé libres y libres se hicieron realidad.
Fueron los mejores besos, los besos de los árboles al pasar, los besos de la naturaleza en mi desnudez.
Algo cosquillea en mis manos, estoy medio dormida; debo estar aun soñando. ¡Son pequeños mordisquitos!
Me he quedado dormida viendo la tele, sin querer mi mano ha caído dentro de la pecera, cuando aun tenía
peces de colores... eran besos implorando alimento, eran besos de susto, eran... ¡eran besos de supervivencia!
Despierto, la mirada del guerrero me acecha, me besa con sus pupilas sentado en la orilla de la cama, pero yo aun tengo sueño.
Varias mujeres besando el mismo poste en diferentes dias de la semana, ya no quiero su mirada, ya no quiero sus besos,
ya no quiero nada.
Sueño que piden mis besos... Se levanta el telón y ahí están, los besos de mi pasado, los besos de otra vida, los besos de Mimí
Ballenita.
©Liliana Santos©
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Estás viendo las participaciones de un evento: BESOS
Una propuesta de Mimí B- Ana Rico.
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